SHAKY HEAD RIGGING

Bailando en el fondo...con el SHAKY HEAD RIGGING
Si tuviésemos la oportunidad de ver de cerca los equipos que emplean los profesionales americanos a bordo de sus flamantes bassboats.
<><><><>
<> 
  

Si tuviésemos la oportunidad de ver de cerca los equipos que emplean los profesionales americanos a bordo de sus flamantes bassboats, podríamos apreciar con claridad que la inmensa mayoría de ellos llevan montado permanentemente en alguna de sus cañas, un montaje finesse que a todas luces es superefectivo: el Shaky Head Rigging. Así, y a titulo de ejemplo, el que a día de hoy es el profesional americano número uno del circuito de B.A.S.S., Kevin VanDam, ganó el Elite 50 Tournament en el Lago Lewisville con este montaje, y eso que es un pescador que se decanta más por el power fishing que por la pesca finesse. Otros... como Larry Nixon (ganador del Bassmaster Classic 83 y de dos Angler of the Year) o Kevin Wirth, lo citan entre sus montajes preferidos. En USA se emplea mucho para pescar smallmouth bass y spotted bass, pero también los largemouth en aguas muy claras o tocadas. Si hiciéramos una traducción un poco burda o libre, nos llevaría a algo así como “cabeza inestable “.
ESTACIONES MÁS RECOMENDABLES
Es un montaje idóneo para primavera y verano. En las postrimerías de la primavera, los basses merodean por todo el embalse, pero los mejores ejemplares, tras la freza, se refugian en zonas mas profundas y no darán de lado a un sutil bocado presentado como luego veremos. En verano, la apatía de los basses en las horas centrales, cuando se encuentran refugiados en zonas de vegetación y roca, no será óbice para sacarlos por un momento de ese letargo y hacerlos picar, tentándolos con un montaje tan sutil como el que en este artículo nos ocupa.
DESTINOS Y ZONAS
Como cualquier otro montaje del tipo finesse, es idóneo para embalses con aguas claras o sometidos a una presión excesiva por parte de los pescadores. Pero, lógicamente, lo que es muy recomendable en unas condiciones tan adversas, lo será aún más en un embalse donde las posibilidades de engañar a un buen bass sean más benévolas.
En cuanto a las zonas en sí, es muy fructífero en todas aquellas áreas de cierta profundidad, como proximidades de presas o puentes, así como en cortados, desniveles pronunciados o disminuciones de nivel paulatinas en forma de sierra, de igual modo será muy acertado su uso en embarcaderos o también para sacarlos suspendidos en zonas de roca, a saltitos sobre ellas.
¿ORILLA O EMBARCACIÓN?
Es un montaje perfectamente válido para ambas situaciones. Se pretende una presentación vertical, y la misma se consigue –como veremos– usando vinilos en mayor o menor medida flotantes. También se pueden utilizar vinilos que no tengan esta característica y conseguir un efecto no igual, pero sí semejante, haciendo que el vinilo dé continuos saltos con el puntero de la caña. Por ello, vayamos de orilla o desde embarcación, podemos conseguir un efecto similar, acomodando el material a las circunstancias personales de cada uno.
A VUELTAS CON EL MONTAJE
La base del montaje radica en el empleo de cabezas de jig de escaso peso, o sea de anzuelos que en su extremo incorporan a modo de cabeza y junto a su anilla de sujeción, una “bola” que haces las veces de peso, y que debidamente pintada, incluso con ojos, simula perfectamente la cabeza de la presa.
En ellos se ensarta un vinilo, siendo por regla general una lombriz, aunque se pueden usar alternativas, cangrejos, shads (imitaciones de pez pasto) o una french fry.
Los más usuales y adecuados son aquellos que son flotantes, de modo que cuando el jig head cae al fondo, y queda inmóvil, la lombriz se sitúa de forma casi vertical, siendo fácilmente visible para el bass. Si a esto le unimos que efectuaremos leves toques de puntera con la caña, que agitaremos entre las 10 a las 12 según la posición de las agujas del reloj, provocaremos en el señuelo una agitación que será extremadamente atractiva para los basses. Así iremos alternando golpes de puntera con una recogida pausada.
Los más usuales y adecuados son aquellos que son flotantes, de modo que cuando el jig head cae al fondo, y queda inmóvil, la lombriz se sitúa de forma casi vertical, siendo fácilmente visible para el bass. Si a esto le unimos que efectuaremos leves toques de puntera con la caña, que agitaremos entre las 10 a las 12 según la posición de las agujas del reloj, provocaremos en el señuelo una agitación que será extremadamente atractiva para los basses. Así iremos alternando golpes de puntera con una recogida pausada.
La mayoría de las picadas se producirán, a diferencia de lo que ocurre en otros montajes de vinilo en los que sucede a la caída, cuando ya está el vinilo en el fondo y queda por unos segundos inmóvil.

No hay comentarios:

Publicar un comentario